Una de las nuevas iniciativas presentadas en los últimos días por Google consiste en la regulación de los semáforos con el objetivo de asegurar menor tráfico y, a su vez, lograr un ahorro global en el combustible. La prueba piloto se llevó a cabo en Israel, donde se utilizó la inteligencia artificial para intentar que dichos dispositivos de señales fuesen más eficientes gracias al estudio y la observación del flujo de tráfico.
Los resultados iniciales arrojaron una reducción de entre 10% y 20% en los tiempos de desplazamiento. Si bien el consumo de combustible no pudo ser medido, siguiendo el planteamiento de Google, si para ir del punto A al punto B hay menos detenciones y, además, se hace en menos tiempo, por ende, la cantidad de combustible empleada debería ser menor.
Este proyecto en pos del cuidado del medio ambiente fue presentado tras el anuncio de la última actualización de Google Maps, para recomendar a los usuarios las rutas menos contaminantes en lugar de las más rápidas. La próxima prueba de planteamientos y comprobación de resultados en torno a los semáforos se desarrollará en Río de Janeiro.